"Asertividad y derechos asertivos: Comunicar lo que eres
·
Jose Manuel Garrido
·
La asertividad es sin duda la columna vertebral de la
comunicación efectiva y de la gestión eficaz de las relaciones sanas.
Cuando manejamos un estilo sano de comunicación asertiva nos resulta fácil
defender nuestros propios derechos sin afectar a los derechos de los
demás.
La clave para
hacerlo con éxito pasa por ser consciente de tus propios derechos
asertivos. Los derechos asertivos son derechos que cada uno de
nosotros posee por el simple hecho de haber nacido, y que nunca deberían
ponerse en cuestión.
Si quieres conocer
todos tus derechos adquiridos al nacer puedes echar un vistazo a La Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Estoy seguro que te sorprenderá. En este artículo sin embargo vamos a analizar
sólo los derechos asertivos más comunes y necesarios en el día a día.
Ya sea en el
trabajo o en tu vida personal vas a encontrarte de manera habitual
con personas que te impiden hacer lo
que quieres hacer, o que te hacen sentir incómodo cuando
lo haces. Aprender a manejar estas experiencias de manera efectiva
mejorará tu confianza, tu eficacia personal y en último extremo tus relaciones.
Muchas personas
temen ser asertivas por miedo a que los demás
no aprueben su comportamiento, pero la realidad es que en general
sentimos más respeto y admiración por las personas que hacen valer sus
derechos, se valen por sí mismos y mantienen su opinión.
Cuando defiendes
tus derechos asertivos no sólo estás enviando una clara señal de que te respetas
a ti mismo, también estás dejando claro tu respeto por los demás. Esa es
la base de la asertividad.
En este post
hablamos de:
- Proteger los derechos asertivos es la base de la
asertividad personal
- 1.
Ser quien eres
- 2. El
respeto por ti mismo
- 3.
Elegir tus prioridades
- 4. Decir “NO”
- 5. Permitirte
fallar
- 6.
Expresar lo que sientes
- 7. Ser escuchado
- 8.
Decidir sin sentirte culpable
- 9. Cambiar de
opinión
- 10. Pedir lo
que quieres
- Asertividad
y comunicación asertiva
Proteger los derechos asertivos es la base de la asertividad personal
A continuación
describiremos algunos de los muchos derechos asertivos, sólo aquellos que
tienden a ser cuestionados y puestos en evidencia con mayor frecuencia. Como
decíamos, proteger estos derechos mejorará en gran medida tu confianza,
tu eficacia personal y tus relaciones convirtiéndose en la base de una
comunicación asertiva y eficaz:
1. Ser quien eres
Tu eres una persona
única, con tus propias creencias y valores. Tienes derecho a vivir
tu vida como mejor te parezca, siempre y cuando no busques hacer
daño a los demás deliberadamente. Los demás pueden llegar a molestarse o
sentirse incómodos con tus opciones de vida, conductas u opiniones, pero eso no
significa que estés obligado a cambiar.
2. El respeto por ti mismo
Tienes derecho a
tomar decisiones que respeten tu sentido de identidad, tus objetivos y tus propósitos vitales. En
caso de no estar de acuerdo con las peticiones de los demás que contradigan
esos valores o que pongan en riesgo tu propia identidad, es perfectamente
aceptable decir “NO”.
3. Elegir tus prioridades
Cada persona debe hacerse responsable de
su propia vida. Al aceptar la responsabilidad de tu propia vida, tienes
el derecho a elegir tus propias prioridades. Una vez identificado tu
propósito vital o el sentido y significado que quieres dar a tu vida,
tendrás que dar prioridad a las tareas que te lleven a cumplir con ese
propósito.
4. Decir “NO”
Para algunas
personas es la palabra más difícil de decir, pero no cabe duda de que el
monosílabo “NO” es una de las palabras más poderosas que podemos manejar en
nuestra comunicación. Si no quieres hacer algo, tienes todo el derecho a
decir “NO”. Y lo más importante, esa negación no necesita ser justificada en
absoluto.
5. Permitirte fallar
Cometer errores es una circunstancia natural de la vida, en cierto modo
incluso necesaria para el aprendizaje. Mientras esos errores aparezcan
cuando estás intentando hacer lo correcto, nadie, ni tu mismo, podrás
reprocharte nada.
En lugar de
molestarte en atender esos reproches, ya sean propios o ajenos, es más inteligente y eficaz optar por aprender de esos
errores y hacerlo bien la próxima vez.
6. Expresar lo que sientes
Es común y también
aceptable que las personas estén en desacuerdo. Si en algún momento no estás de
acuerdo con los comentarios o los comportamientos de alguien, tienes el
derecho de expresar tu desacuerdo.
Eso sí, no lo hagas
personal, es decir, centra tu opinión en la conducta de la otra persona y no en
ella misma, teniendo así en cuenta que esa persona también está en su
derecho de expresar lo que siente.
7. Ser escuchado
Cuando hay
opiniones en conflicto, las personas podemos llegar a ser tan tercas en la
defensa de nuestros puntos de vista que nos resistimos a
escuchar a los demás. La gente tiene el derecho a no estar de acuerdo con
tus planteamientos pero tu tienes el derecho a tener tu propia
opinión y a ser escuchado.
8. Decidir sin sentirte culpable
Cuando no estás de
acuerdo con los demás, es muy común que la culpabilidad haga acto de
presencia para hacerte cambiar de opinión, o al menos ponerte en duda.
A veces lo harás por ti mismo, otras veces serán las personas que te rodean las
que te harán sentir culpable.
Ese comportamiento
no es aceptable. Como hemos visto, tienes unos derechos asertivos que debes
defender en todo momento. Y al hacerlo, no estás atacando a otros
deliberadamente, por lo que no hay nada de lo que sentirse
culpable.
9. Cambiar de opinión
Cuando cambiamos de
idea sobre la base de una nueva información estamos
mostrando flexibilidad. Negarse a cambiar de opinión cuando es
razonable hacerlo muestra rigidez y obstinación. La flexibilidad es una
cualidad que nos ayudará mantener un mayor equilibrio emocional en
nuestras relaciones.
10. Pedir lo que quieres
Cuando no pedimos
asertivamente lo que queremos, es posible que consciente o inconscientemente
recurramos a estrategias poco sanas para tratar de conseguir lo que
queremos.
Pedir lo que
queremos está por otra parte facilitando a los demás pedir de forma clara y
abierta lo que ellos también quieren. Ninguno de los dos tiene que adivinar lo
que la otra persona quiere, evitando así el enorme margen de error que
añadimos a nuestras relaciones.
Asertividad y comunicación asertiva
La asertividad es una de las habilidades más esenciales para el
desarrollo personal y social ya que afecta a todos los
ámbitos de la vida. Una habilidad de comunicación que puede entrenarse y
que significa mucho más que expresar nuestro punto de vista.
Ser asertivo
significa expresar pensamientos y sentimientos de una
forma honesta, sencilla y correcta. Implica respetar los pensamientos
y las creencias de los demás, mientras que nosotros defendemos y
protegemos las nuestras.
Adecuada para
expresar sentimientos y deseos la asertividad requiere de importantes
habilidades personales e interpersonales. En nuestras interacciones con
otras personas, ya sea en casa, en el trabajo o con los clientes o compañeros
de trabajo, la asertividad puede ayudarnos a expresarnos con
claridad, de manera abierta y razonable, ayudando así a mantener un
necesario equilibrio en nuestras relaciones con los demás, con nuestro entorno
y con nosotros mismos.
Medinet, mayo 2020
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