Un resumen de las diferencias entre estos conceptos tan usados en
Psicología y en Biología.
Desde
que fue fundada, la Psicología ha sido una ciencia que ha tratado de darle
explicación al comportamiento humano.
Desde
su fundación, la Psicología ha sido la ciencia que ha tratado de buscar
explicaciones al porqué las personas nos comportamos de formas tan distintas.
Tras
décadas de investigaciones y acaloradas discusiones sobre si la
genética o el ambiente influyen más en moldear la personalidad y comportamiento
de la persona, el ya más que famoso debate del ‘nature vs nurture’ ha sido
superado, dándole a ambos factores más o menos el mismo protagonismo.
En
nuestros genes se encuentran algunas de las causas que nos hacen parecernos más
a nuestros padres que el vecino pero, a su vez, el barrio en el que vivimos o
la región en donde se habita influyen también en nuestro comportamiento.
Superado
el debate, se trató de entender una cosa que ocurre en todas las familias. Si
bien los hermanos se parecen bastante, siempre hay algo que los diferencia. Su
genotipo, aunque no sea exactamente el mismo, no puede ser. Tampoco lo debería
ser el ambiente, porque todos los miembros de la familia reciben las mismas
influencias de él, ¿o no?
En
este artículo vamos a abordar un aspecto que en muchas ocasiones no se ha
tenido en cuenta a la hora de entender cómo el entorno influye en cada uno de
nosotros con respecto a nuestros familiares. Veamos en qué difieren el
entorno compartido con respecto al no compartido.
Diferencias entre ambiente compartido y ambiente no
compartido: un resumen
Aunque
trágico, el estudio del comportamiento, la inteligencia y la personalidad en
gemelos idénticos separados al poco de nacer ha sido una de las situaciones más
beneficiosas para entender en qué medida ciertos rasgos fenotípicos son
heredables y cuales dependen del entorno en donde uno se cría. La premisa es
que si dos gemelos monocigóticos, es decir, dos clones genéticamente hablando,
viven en casas diferentes, aquellos aspectos que compartan se deberán a su
genética, mientras que aquello en que difieran será debido al ambiente y/o su
interacción con el genotipo de estas personas.
Thomas
Bouchard es un psicólogo y genetista estadounidense que ha estudiado parejas de
gemelos separados nada más nacer.
En su proyecto, el Minnesota Study of Twins Reared Apart investigó cómo
genética y ambiente influyen en la personalidad de gemelos criados por
separado. En este tipo de estudios, si que se da bastante importancia a la
genética, pero se puede observar que el ambiente influye en cómo se comporta la
gente.
El
ambiente es entendido como el conjunto de aspectos externos a la
persona que pueden o no ejercer algún tipo de influencia en la personalidad,
capacidad cognitiva y comportamiento del individuo. Los estudios del
estilo de Bouchard dan por hecho que criarse en casas distintas implica
entornos diferentes, mientras que hacerlo en la misma tiende a significar
criarse en el mismo entorno.
Sin
embargo, ya desde hace un tiempo e incluso planteado en el propio estudio de
Bouchard se plantea la posibilidad de que el vivir en un mismo hogar y, por
tanto criarse con el resto de hermanos biológicos, no tiene por qué significar
que se reciben las mismas influencias ambientales. El motivo de ello es el
obvio hecho de que los hermanos no son iguales en cuanto a comportamiento ni a
capacidades.
Es
cierto que los hermanos de una misma familia no han heredado los mismos genes
todos y cada uno de ellos, de lo contrario no hablaríamos de hermanos a secas,
sino de hermanos gemelos idénticos. Sin embargo, la base genética está allí, y
eso debería implicar que hubieran poquísimas diferencias entre hermanos, cosa
que rara vez es así.
Incluso
entre hermanos gemelos monocigóticos criados en el mismo hogar hay diferencias. Las diferencias deben estar, a la fuerza,
explicadas por el ambiente pero, habiéndose criado en el mismo hogar, ¿cómo es
posible que se den diferencias comportamentales igualmente?
Es
aquí cuando se habla del ambiente compartido y el ambiente no compartido, dos
factores dentro del concepto de ambiente o influencias ambientales que permiten
entender las diferencias y similitudes de los miembros de una misma familia.
Vamos a abordar más en profundidad que quieren decir estos dos conceptos.
En
muchas ocasiones, se ha dado por supuesto que el vivir en una misma familia,
hogar, barrio implica recibir las mismas influencias ambientales.
Realmente,
esta definición se corresponde con lo entendido como ambiente compartido, también
llamado familiar, es decir, aquellos aspectos procedentes del entorno que se
muestran de la misma manera a todos los miembros de una misma familia y que,
por tanto, hacen que se asemejen más entre ellos.
Para
entenderlo de una forma más clara, un ejemplo de ambiente compartido
sería el propio hogar en el que viven los hermanos. Al vivir en la misma
casa todos ellos reciben la misma influencia de ella.
Otro
aspecto que se considera ambiente compartido sería el vivir en una región
bilingüe y, por tanto, los hermanos supieran hablar dos idiomas con la misma
fluidez dado que el ambiente así lo exige. Al dominar todos dos idiomas
tendrían el mismo tipo de estimulación cognitiva procedente del entorno en el
que se han criado.
Como
tercer ejemplo, estaría el nivel socioeconómico de la familia. Si
se da el caso de vivir en una familia adinerada, ninguno de los miembros de la
familia sufrirá ningún tipo de situación en la que haya algún tipo de privación
nutricional a causa de no poder comprar alimentos.
Dado
que todos los miembros de la familia permanecen en el mismo entorno, por eso es
compartido, no es posible explicar con este tipo de ambiente el porqué se dan
diferencias entre hermanos.
El
ambiente no compartido, también denominado ambiente individual, es entendido
más bien en términos de influencias que no de ambiente en sí. Se trataría del
conjunto de factores externos a la persona que son interpretados de una forma
diferente en función de cada miembro de una misma familia.
Volviendo
al caso de los gemelos monocigóticos y, por tanto, genéticamente
idénticos, el ambiente no compartido sería aquel que permitiría
explicar el porqué dos gemelos de estas características, criados en el mismo
lugar, pueden comportarse de manera diferente.
Son
varios los aspectos ambientales que pueden ejercer influencias sobre los
hermanos de forma diferente. Por ejemplo, un hermano gemelo puede haber sufrido
más gripes a lo largo de su vida, o haber sufrido un accidente de coche.
También,
como factor ambiental no compartido se encuentra el diferente trato por
parte de los padres que se puede dar. No es poco común los pares de gemelos
en los que uno de los dos se autodenomina el mayor de los dos y que, debido a
ese pequeño detalle, se comporte de forma más madura o crea que deba tener más
derechos sobre el otro, y el entorno familiar se comporte promoviendo esto.
Otro
aspecto muy importante, tomando siempre como ejemplo el caso de los gemelos
monocigóticos, es la educación. Aunque en casa reciban la misma disciplina, en
la escuela es habitual que no vayan a la misma clase y, por ende, tengan
compañeros y profesores distintos.
Los
acontecimientos familiares pueden ser vividos de forma distinta entre hermanos. Por ejemplo, el fallecimiento de un familiar, algo
que es triste de por sí, puede ser vivido de forma mucho más apenada por uno de
los hermanos en comparación con el resto y afectar más profundamente.
Más allá de la biología y los genes
Tanto
ambiente compartido como no compartido, además de la genética, están detrás de
cómo son las personas. Si bien, cabe indicar que la investigación apunta
que la influencia de los dos tipos de ambientes es diferente en función
del estadio evolutivo. Durante la infancia, el entorno compartido o
familiar adquiere un papel fundamental, siendo algo que moldea de forma muy
fuerte a la persona. Con el paso del tiempo, la influencia del entorno familiar
se desploma, adquiriendo mayor importancia el no compartido o individual.
De
hecho, como muestra de esto, una visión muy generalizada en los adultos cuando
se les pregunta sobre qué creen que influye más en la forma de ser de la
persona es la de que la herencia genética, junto las vivencias de uno
mismo (dejando en muchas ocasiones cómo uno fue criado) son factores muy a
tener en cuenta que explican el comportamiento de cada uno.
Obviamente,
esto no significa que situaciones infantiles extremadamente perjudiciales, como
son las situaciones de abandono y de abuso no influyan en como una persona
pueda acabar siendo de adulta. Sin embargo, dejando de lado los casos extremos,
se le suele dar mayor importancia a la heredabilidad junto con lo que estímulos
individuales que se han ido recibiendo a lo largo de la vida.
Referencias bibliográficas:
·
Bouchard, T. J., Jr., et al. (1990), “Sources
of human psychological differences: the Minnesota Study of Twins Reared Apart”.
Science, vol. 250, núm. 4978, p. 223-228.
·
Plomin, R. y Daniels, D. (2011), “Why
are children in the same family so different from one another?”. International
Journal of Epidemiology, vol. 40, núm. 3, p. 563-582.
·
Plomin, R., et al. (2001), “Why are
children in the same family so different? Nonshared environment a decade
later”. Canadian Journal of Psychiatry. Revue Canadienne de Psychiatrie, vol. 46,
núm. 3, p. 225-233.
·
Plomin, R. (2011), “Commentary: Why
are children in the same family so different? Non-shared environment three
decades later”. International Journal of Epidemiology, vol. 40, núm. 3, p.
582-592.
Psicólogo
Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la
Universidad de Barcelona. Postgrado de Actualización de Psicopatología Clínica
en la UB.
Medinet, mayo 2020
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