Alida Garrido3 Abril, 2019
El síndrome de Capgras, también
denominado “ilusión de dobles” o “ilusión de Sosias”, es un trastorno
neuropsiquiátrico que se caracteriza por el no reconocimiento de personas
cercanas, normalmente un familiar, con la convicción de que la persona ha
sido reemplazada por un impostor idéntico, un doble exacto, a pesar del
reconocimiento de la familiaridad en la apariencia y el comportamiento.
La persona también puede verse a
sí mismo como su propio doble.
Los delirios son creencias
falsas, a veces con contenido extraño, que se sostienen con una fuerte
convicción, incluso en presencia de evidencia contraria.
Las personas que sufren el síndrome
de Capgras, creen que existen en un mundo de imitadores. Este
sentimiento en un mundo delirante de dobles puede ser tan alarmante que lleva a
la víctima de Capgras al comportamiento psicótico.
En algunos casos, la persona con el
síndrome de Capgras puede llegar a ser violenta con el supuesto impostor,
aunque es más probable que la persona parezca ansiosa o con miedo.
El síndrome de Capgras es llamado así
por su descubridor, el psiquiatra francés Jean Marie Joseph Capgras.
En este post hablamos de:
¿Cuáles son las causas del Síndrome
de Capgras?
No hay evidencias de que es lo qué
causa el síndrome de Capgras, pero hay diversas aproximaciones.
Muchos investigadores consideran que
el trastorno es causado por un trauma físico en un área
particular del cerebro llamada lóbulo
temporal derecho, que es responsable del reconocimiento facial.
Los accidentes automovilísticos, el
abuso de drogas u otras causas de daño del lóbulo temporal son comunes en las
historias de muchos pacientes con el síndrome de Capgras.
El síndrome de Capgras puede
aparecer muy repentinamente, tomando a la víctima y a los seres queridos por
sorpresa. Una mujer con el trastorno puede despertarse junto a su cónyuge y reaccionar
con horror al ver que su esposo ha sido reemplazado.
Ella puede reconocer su rostro, sus
modales y su comportamiento como absolutamente normales, pero al mismo tiempo
estar segura de que no es su marido.
El paciente puede creer que otros
miembros de la familia y amigos están involucrados en el plan de
reemplazo.
Algunas personas con síndrome de
Capgras tienen los mismos sentimientos hacia varias personas cercanas, y en
ocasiones incluso sienten que las mascotas o los objetos del hogar también se
duplican.
Otra de las aproximaciones a las
causas del síndrome de Capgras es la desconexión entre el sistema de
reconocimiento visual y el sistema límbico, encargado del procesamiento
emocional.
El sistema visual procesa los
estímulos por dos vías: la vía ventral, que conecta la corteza visual con
estructuras encargadas del reconocimiento de objetos; y la vía dorsal, que
conecta la corteza visual con estructuras límbicas, que contribuyen al significado emocional y afectivo.
Por consiguiente, se podría
afirmar que existe una desconexión en la vía dorsal, ya que la persona reconoce
al familiar de manera visual, pero no le resulta familiar porque no le
provoca ninguna emoción.
Existen controversias sobre la
etiología del síndrome de Capgras, algunos investigadores lo explican con
factores orgánicos, otros con factores psicodinámicos, o una combinación de
ambos.
Sin embargo, las últimas
investigaciones parecen confirmar que el Síndrome de Capgras y los delirios de
sustitución relacionados tienen una etiología orgánica cercana al 35%.
¿Qué características presenta el
Síndrome de Capgras?
La persona con el síndrome de Capgras
presentará en mayor o menor medida las siguientes características:
- Está convencida de que una o varias
personas de su entorno cercano han sido reemplazadas por un doble, un
impostor de aspecto idéntico.
- Puede extenderse a animales y objetos.
- La persona es consciente de la
anormalidad de estas percepciones. No hay alucinación.
- El doble suele ser una figura clave para
la persona en el momento del inicio de los síntomas.
¿Diagnóstico diferencial y
tratamiento del Síndrome de Capgras?
Hay trastornos con síntomas
similares al síndrome de Capgras. Por tanto, el clínico, en su evaluación debe
estar atento a los siguientes trastornos, que deben descartarse para establecer
un diagnóstico preciso:
- Esquizofrenia
- Enfermedad de Alzheimer o enfermedad de
Huntington
- Esclerosis múltiple
- Traumatismo o lesión cerebral
- Trastornos delirantes inducidos por sustancias
- Trastornos del humor con delirios
- Demencia
En cuanto al tratamiento, la
terapia individual puede ser la más adecuada para tratar los delirios. La
constancia es necesaria para establecer una empatía terapéutica.
Además, los antipsicóticos y otros
medicamentos se han utilizado con cierto éxito.
Psicoterapia
La terapia cognitivo-conductual, puede ayudar a los pacientes
a darse cuenta de que sus ideas son infundadas y brindar asesoramiento para
administrar mejor su vida diaria.
Además, es esencial para los miembros
de la familia, especialmente las personas que son atacadas como impostoras,
educarse sobre el trastorno y brindar el mayor apoyo posible en el momento de
necesidad de su ser querido.
Medicación
Para tratar y controlar los síntomas
pueden ser beneficiosos algunos psicofármacos. Especialmente han resultado
eficaces los antipsicóticos y los anticonvulsivos.
Los primeros suelen utilizarse para
combatir la convicción delirante de la persona, así como las ideas paranoides.
Los anticonvulsivos por su parte suelen emplearse como tratamiento de apoyo.
Algunas personas con síndrome de
Capgras nunca pueden lograr una recuperación completa. Sin embargo, con la
ayuda de un terapeuta, medicación y el apoyo de los miembros de la
familia se pueden reducir notablemente los síntomas, incluidos la
ansiedad y el miedo.
¿Qué relación tiene el Síndrome de
Capgras con otros trastornos?
El síndrome de Capgras se asocia
más comúnmente con enfermedades neurodegenerativas, especialmente con la
enfermedad del cuerpo de Lewy, donde siempre coexisten las alucinaciones
visuales.
En ausencia de una enfermedad
neurodegenerativa, la aparición del síndrome de Capgras ocurre a una edad
significativamente más temprana y puede asociarse con una enfermedad
psiquiátrica, accidentes cerebrovasculares y el uso de drogas.
Inicialmente, el síndrome de Capgras
se relacionó con enfermedades psiquiátricas, como la esquizofrenia paranoide
y el trastorno esquizoafectivo.
Sin embargo, recientemente, el
síndrome de Capgras también se ha descrito en las condiciones neurológicas que
incluyen la epilepsia, la enfermedad cerebrovascular, después de un trauma
craneal, con tumor de la hipófisis, y especialmente en las
enfermedades neurodegenerativas tales como la enfermedad de Alzheimer y enfermedad de cuerpos de
Lewy.
Se desconoce si existen diferencias
entre el Síndrome de Capgras que se presenta en el cuadro neurodegenerativo en
comparación con las enfermedades no neurodegenerativas, o si existen
diferencias en el síndrome de Capgras cuando ocurre en diferentes enfermedades
neurodegenerativas.
Historia del Síndrome de Capgras
En 1923, el Síndrome de Capgras
fue descubierto por el psiquiatra Jean Marie Joseph Capgras, quien lo
describió por primera vez bajo el nombre de “ilusión de dobles” o “ilusión de
Sosias”.
La paciente que le llevó a
descubrirlo, era una mujer de 50 años que sufría delirios. Afirmaba que
pertenecía a la realeza y tenía la fuerte convicción de que personas de su
entorno habían sido sustituidas por dobles, que existía una sociedad secreta
que se encargaba de secuestrar a personas y de sustituirlas por otras
idénticas.
El psiquiatra llegó a la conclusión
de que el trastorno nació tras no superar la muerte de su hijo de pocos meses
de edad, y es entonces cuando empieza a afirmar que había sido secuestrado y
sustituido por otro.
Al poco tiempo, vuelve a dar a luz a
dos gemelos, y de ellos solo sobrevive uno. Después de esto, su delirio de la
existencia de la sociedad secreta encargada de secuestro y sustitución se hizo
más fuerte, llegando a creer que ella misma tenía un doble en el exterior
mientras se encontraba ingresada en el hospital.
Referencias:
Aziz, V.M. y Warner, N.J. (2005).
Capgras Syndrome of Time: Psychopathology.
Medinet, mayo 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario